Preguntas y Respuestas Comunes: FOLLETO INFORMATIVO PARA FAMILIAS, CUIDADORES Y PACIENTES CON TRASTORNO BIPOLAR
- ¿Qué
es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es una enfermedad. Se manifiesta por alteraciones del estado de ánimo que se presentan en crisis episódicas, en las cuales la persona pierde su funcionamiento habitual en la casa, con su familia, el estudio y/o el trabajo.
2. ¿Cuál es la causa del trastorno
bipolar?
La causa es genética (por herencia) y biológica, es decir, del organismo. Las personas que tienen el trastorno bipolar no poseen un adecuado funcionamiento de las estructuras del cerebro que controlan el estado de ánimo.
3. ¿Qué papel juega la voluntad?
La voluntad no juega ningún papel en el origen del trastorno bipolar, es decir, tenerlo no es culpa del paciente ni de la familia. Tampoco se puede salir de la enfermedad solamente con el deseo de curarse, es necesario seguir un tratamiento. A pesar de que no se decide ser bipolar, el paciente debe ser responsable con el manejo del trastorno, depende de él tomarse los medicamentos, dormir las horas necesarias, no consumir licor ni otras sustancias psicoactivas, asistir puntualmente a los controles, etc. Todo esto sí es voluntad del paciente y de las personas que lo rodean.
4. ¿Es una enfermedad incurable?
Si. Es una enfermedad crónica, es decir, dura toda la vida, con crisis episódicas. Sin embargo, es tratable con medicación y hábitos de vida saludable, de manera que la mayoría de las personas que toman adecuadamente el tratamiento formulado pueden llevar una vida normal.
5. ¿Qué significa crisis episódicas?
La enfermedad tiene periodos en los que está como “silenciosa” (sin síntomas) y otros en los que aparecen las crisis. Las crisis son los periodos en los que los síntomas están activos. Un factor que con frecuencia causa las crisis, es que durante los periodos “silenciosos” los pacientes creen que están “curados” y suspenden el tratamiento, por tal motivo nunca deben abandonarlo.
6. ¿Cómo se desencadenan las crisis?
La causa de la enfermedad siempre es biológica, sin embargo, existen factores que pueden desencadenar las crisis. Por ejemplo: problemas familiares, consumo de sustancias psicoactivas y alcohol, perdida de seres queridos, incumplir con los medicamentos, desempleo o estrés laboral-académico entre otros. En ocasiones las crisis pueden aparecer espontáneamente.
7. ¿Cómo identificar que se está entrando
en una crisis?
Los signos de alarma por lo general
aparecen antes de que las crisis alcancen su pico más alto, por eso es
importante detectarlos a tiempo. Las crisis pueden empezar de diferentes
maneras. En ocasiones se presentan así:
- Disminución de la
necesidad de dormir, es decir, aunque duerme poco se despiertan con la misma
energía.
- “Hablantinoso”, es
decir, habla más y más rápido de lo normal.
- “Mal genio”, es
decir, se pone irritable con situaciones pequeñas.
- “Hiperactivo”, es
decir, hace más actividades de lo normal.
En otras ocasiones pueden presentarse
así:
- Duerme más de lo
habitual o duerme poco, se levanta cansado.
- Aislamiento, empieza
a alejarse de las conversaciones y de los demás
- No le provoca “hacer
nada”, por lo que no se baña o no se levanta o no disfruta las cosas que antes
si disfrutaba.
- Se le cambia el
apetito, come en exceso o no come bien.
En otras situaciones se pueden
presentar distintos síntomas de los grupos que acabamos de mencionar de manera
entremezclada.
Si se evidencia una o varias de estas situaciones que representan un cambio significativo en la “manera de ser” habitual del paciente, es prudente que consulten al médico. Es normal que se tengan emociones, como alegría, tristeza, llanto, mal genio, pero se debe aprender a detectar cuando estas son anormales. Generalmente se vuelven anormales cuando interfieren con su desempeño cotidiano o son exageradas para la situación que las genera.
8. ¿Para qué sirven los medicamentos?
En la enfermedad los sistemas que regulan las emociones y los pensamientos se encuentran alterados. Los medicamentos se encargan de estabilizar y mantener funcionando adecuadamente esos sistemas. Modulan las alteraciones del sueño, los cambios en el estado de ánimo, previenen las descompensaciones, ayudan a disminuir las hospitalizaciones y las complicaciones a largo plazo como los problemas familiares, la pérdida de empleos, las faltas académicas, las alteraciones en la cognición (memoria, concentración, la fluidez al hablar), entre otras.
9. ¿Qué hacer cuando el paciente no se
quiere tomar la medicación?
Inicialmente preguntarle el motivo por
el cual no se la quiere tomar. Si es debido a un efecto secundario (por
ejemplo: dolor en la boca del estómago, mareo, nauseas, dolor de cabeza o
somnolencia) consultar rápidamente al médico para que le trate los efectos
secundarios y pueda continuar el manejo, o para que defina sí se debe cambiar
el medicamento.
Si no existe un motivo razonable se le
debe explicar las consecuencias de no tomárselo (por ejemplo recaídas, cambios
en el estado de ánimo, problemas familiares, laborales y/o escolares y
hospitalización). Y en caso de no tomárselo se debe consultar al día siguiente
al médico del centro de salud más cercano, debido a que puede ser un signo de
descompensación.
Es importante tener en cuenta que el medicamento es de uso diario, en la dosis recomendada por el médico.
10. ¿La medicación puede causar dependencia
(adicción)?
La gran mayoría de los medicamentos para el tratamiento del trastorno bipolar no crean ningún tipo de dependencia. Es importante diferenciar entre dependencia y necesidad. Los medicamentos son “necesarios” para regular el estado de ánimo y evitar recaídas. Sucede igual que con la diabetes, donde un paciente necesita tomar permanentemente medicamentos para “regular” el azúcar, y eso no significa que dependa del tratamiento.
11. ¿Qué
hacer si se sospecha embarazo en una paciente bipolar que esté tomando
medicamentos?
Lo más importante es acudir al médico inmediatamente para que le realice una prueba de embarazo y definir el manejo a seguir. Idealmente debe recibir valoración por parte del psiquiatra con el fin de que le dé información con respecto a los medicamentos que debe seguir tomando y los que debería suspender. Toda paciente bipolar que se encuentre en edad reproductiva y con vida sexual activa, debe tener un método de planificación familiar, ya que algunos de los medicamentos usados para el tratamiento del trastorno pueden causar alteraciones en el desarrollo del bebé.
12. ¿Qué
hacer si se presentan dificultades con el sueño?
Recuerde que las alteraciones en el
ciclo del sueño pueden ser indicadores de una posible descompensación. Para una
persona con trastorno bipolar es fundamental dormir al menos 8 horas cada noche.
Para los momentos en los que duerma
“poco” (insomnio) es importante tener en cuenta las medidas de higiene del
sueño (anexas), si aun cumpliendo tales recomendaciones no logra dormir
adecuadamente, es fundamental que consulte al médico general o a su psiquiatra
para que le ayuden, no cambie por si sólo la medicación que le hayan indicado,
ni tome otras.
Para los momentos en los que duerma “mucho”, lo primero es identificar que no se trate del efecto esperado del tratamiento, recuerde que el paciente debe hacer el esfuerzo inicial de “adaptarse” a los medicamentos, pregunte siempre sobre esta posibilidad. Si aun así el exceso de sueño persiste más allá de una semana (7 días), puede tratarse de un signo de alarma para realizar una nueva consulta. Recuerde no suspender el tratamiento hasta que se lo indique un médico general o el psiquiatra.
13. ¿En qué momento se debe consultar?
Confíe en su familia, en muchas ocasiones ellos detectan rápidamente los síntomas de una descompensación. No deje pasar tiempo para consultar, entre más pronto lo haga, habrá mayor probabilidad de que la crisis no empeore, que se recupere más prontamente e incluso es posible que se evite una hospitalización, o si esta es inevitable, seguramente será más corta. Recuerde consultar al centro de salud más cercano.
14. ¿Qué hacer cuando el paciente no se
deja llevar al médico?
Lo más conveniente es no discutir los
motivos por los cuales no quiere ir al médico, esto puede aumentar su
resistencia a asistir. Lo mejor es persuadirlo y mencionarle los beneficios de
consultar como:
- Tener controles aún
en los periodos sin crisis, evita recaídas.
- Entre más pronto
consulten en caso de crisis, es menor el riesgo de ser hospitalizado o si la
hospitalización es inevitable seguramente va ser más corta.
Una estrategia que puede motivar a consultar es ir acompañado de una persona en la cual tenga confianza o con buenos lazos afectivos. Tenga en cuenta que si detecta tempranamente los signos de crisis, es más fácil convencer al paciente de que asista a la valoración. Se debe evitar, hasta donde sea posible, el engaño porque esto facilita la desconfianza hacia los familiares. En situaciones extremas es posible que sea necesaria la intervención de la fuerza pública (policía, bomberos, defensa civil, otros).
15. ¿Qué hacer cuando se está poniendo
irritable?
Siempre mantenga la calma, no se enfrasque en discusiones que no llevan a ningún fin. Invite al diálogo. Trate de averiguar los motivos por los cuales se encuentra irritable, escuche sus quejas o preocupaciones y no se enfrente a él debido a que podría provocar que se torne agresivo verbal y físicamente. Intente llegar a acuerdos y soluciones al problema. En algunos casos ofrecerle un espacio tranquilo y un tiempo prudente en soledad para que se tranquilice puede ser de ayuda. En caso de no encontrar una solución ofrézcale una ayuda externa y trate de consultar lo más pronto posible.
16. ¿Puede el paciente tomarse “un trago”?
Debemos contestarle que NO. El consumo de licor se asocia con una mayor frecuencia y gravedad de las crisis. Además la gran mayoría de los medicamentos interactúa negativamente con el licor. Esto no significa que deba aislarse de su familia o de sus amigos, simplemente debe adaptarse a compartir y disfrutar sin licor. Y de ninguna manera es recomendable el consumo de cigarrillo ni de las demás sustancias psicoactivas (drogas), debido a que su impacto en las personas con trastorno bipolar (y aun sin él) es altamente negativo.
17. ¿Cómo detectar si existe riesgo de
suicido?
No es fácil detectar el riesgo de
suicidio. Es una conducta que no se puede predecir. Es importante estar atento
a cierto tipo de conductas o manifestaciones tales como: tristeza,
desesperanza, ansiedad, aislamiento, hablar en tono de despedida, expresarse
diciendo que la vida no vale la pena, el mencionar deseos de hacerse daño, el
regalar objetos personales, entre otros. En estos casos es importante consultar
urgentemente. Desde la familia se debe escucharlo, acompañarlo para evitar el
aislamiento y motivar la realización de actividades que normalmente disfruta.
18. ¿Con la enfermedad el paciente puede
trabajar o estudiar?
Claro que Sí. Es importante tener en
cuenta que siempre y cuando se cumpla adecuadamente con las indicaciones y el
tratamiento, el rendimiento académico y laboral puede ser como el de otras
personas no bipolares. Es cierto que en los periodos de crisis este rendimiento
puede disminuir, por esto es muy importante detectarlas tempranamente para
evitar despidos o abandonos de las actividades.
El trastorno bipolar como tal no incapacita para ningún estudio o trabajo en particular, sin embargo es importante tener trabajos adecuados para las habilidades y limitaciones que se tengan, por ejemplo, los oficios que implican una gran irregularidad en los horarios están poco recomendados para los pacientes bipolares, ya que la alteración de las horas de sueño es un factor que, puede agravar el curso de la enfermedad y precipitar crisis. También puede ocurrir que cargos o actividades que tengan una alta carga de “estrés”, se conviertan en generadores de crisis.
19. ¿Qué otros aspectos debo tener en
cuenta?
Es un factor protector contar con una
persona cercana (de confianza) que conozca de la enfermedad y su tratamiento
porque puede ayudar en la detección de los síntomas tempranos, colaborar con el
tratamiento y acompañamiento.
Es recomendable tener un estilo de vida
saludable que incluya regularmente el autocuidado (ej: alimentación sana,
presentación personal, actividad física); esparcimiento (ej: caminata, cine,
paseos, socialización) y actividades productivas de acuerdo a sus preferencias
(ej: jardinería, cocina, laboral, etc.).
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