HISTORIA DE LOS DELIRIOS



Leyendo el libro de historia de los síntomas y trastornos mentales de Berrios nos encontramos con que Antes del sigo XIX el concepto de locura se mezclaba con el concepto de delirio. Se consideraba que el delirio era una falsa opinión con respecto al sentido común de los humanos.

La palabra “délire”  se refería tanto al delirium como al delirio y se postulaba que el délire se dividía en maniaco, melancólico dependiendo de la tensión o relajación de los nervios. Además se consideraba que el deliré podía presentarse con o sin ausencia de fiebre y era el síntoma que diferenciaba el delirio del delirium.

Vincenzo Chiarugi mencionaba que existía un delirium crónico  que se originaba por causas internas pero al que se le atribuían a causas externas. Es decir  que las ideas internas se percibian como si fueran externas.

Chiarugi  pensaba que el delirium era una alteración del juicio y el raciocinio, y sello de la locura, la cual definió como  delirium crónico  y alteración de la percepción en ausencia de fiebre.  Postulaba además que el delirium era originado por causas orgánicas (en el cerebro) porque el alma no se enferma y no puede cambiarse. El delirio se originaba por juicios erróneos en relaciones de cosas que difieren de las opiniones del sentido común del hombre.

Chiarugi trabajó en Florencia desde 1780 y fue uno de los médicos que  implemento el reglamento formulado por el Pietro Leopoldo, que buscaba un tratamiento más humanitario de los pacientes psiquiátricos tratando de crear un ambiente adecuado en los hospitales para su custodia y cuidado. Chiarugi clasificaba las enfermedades mentales en tres tipos: melancolías, manías y demencias. Entre los medicamentos que más se utilizaban estaban preparados a base opio y algunos sedantes, además utilizaban la hidroterapia, la inmovilización y la flebotomía. Para los delirios utilizaban con frecuencia el contenido del mismo delirio el para intentar controlarlo, por ejemplo, un paciente que pensaba que se estaba pudriendo por dentro le suministraban eméticos y luego mostraban como le habían sacado las sustancias podridas de su cuerpo.

Imaginemos un paciente del siglo XIX, en Italia que luego de encontrarse con un vecino pensara que este a través de la lectura de la mente pudiera darse cuenta de sus secretos más íntimos y que lo amenazara con hacerle daño en caso de que no repitiera un mantra religioso.

Ubícate en esa época, colega de Vincenzo. Y atrévete a responder:

Qué opinas de este caso?

Cuál tratamiento usarías? Por qué?


Las ideas son producto de una realidad externa?


Será una enfermedad del alma? Le cambio el alma a este paciente?



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